El objetivo de la propuesta es dar una solución global que garantice la viabilidad técnica, económica y de plazo de las bases del concurso, pero añadiendo el valor del diseño basado en la evidencia en el campo de la neuroarquitectura, dotando el edificio de espacios que sean agradables. Se incide específicamente en el tema de la biofilia, acercando la vegetación en cada uno de los espacios donde sea posible. La imagen exterior del edificio quiere dar continuidad a la materialidad y colores que se emplearon en su día en el edificio ampliación de Consultas Externas, ejecutado por Estudi PSP. Para mejorar la experiencia de los profesionales hemos trasladado el acceso del edificio desde la calle adyacente hacia el porche, creando un espacio previo protegido como transición entre el exterior y el interior donde se trabaja. Es un espacio de descanso donde los profesionales tienen un área de descompresión antes y después de la actividad, rodeado de verde y vistas sobre el río Ripoll. Este espacio se extiende a lo largo de la calle lateral como un parque, generando espacios con bancos y árboles para todo el personal del hospital. Es un espacio especialmente adecuado para el verano, ya que la protección respecto al sol y la vegetación ayudan a crear un microclima más fresco que el entorno. En invierno, en cambio, la hoja no persistente de los árboles permite que el soleamiento llegue durante las horas de mayor sol. Por la relación entre los pacientes y el espacio exterior. Hemos diseñado las ventanas para que sea posible ver el paisaje desde la cama para el máximo número de pacientes, y esta configuración permite que cuatro camas de cada cluster puedan tener una posición paralela a la fachada, facilitando la visión del entorno y la mejora del sentido la orientación. En los espacios que quedan en los rellanos de las escaleras se han creado grandes aberturas para facilitar la visión hacia el exterior. En frente de los ascensores se tiene una vista sobre las cubiertas de Santa Fe y hacia el parque del Taulí. Desde la escalera oeste se ha creado un espacio de descompresión que los profesionales pueden utilizar como descanso exterior a las unidades, y la escalera se abre hacia el río Ripoll con unas aberturas de pared a pared con un gran ventanal que ayuda a percibir el entorno, casi como si la escalera fuera exterior.