El emplazamiento se sitúa en una área de alto nivel paisajístico, con campos de cultivo escalonados hacia el norte, camino de la Riera de Riudara, entre la Serra de Sant Miquel y el barrio del Pla de Dalt d’Olot. A través del modelado del entorno, el proyecto integra arquitectura y naturaleza, conservando la continuidad del espacio existente. Desde el interior de la ciudad, la arquitectura filtra y enmarca el paisaje. Desde el exterior, y como una futura fachada de Olot, el edifico no se percibe como un limite, sino que se integra. El acceso público al hospital se produce desde un espacio que fluye de manera natural. Es una transición entre la calle y el edificio como una prolongación del bosque existente hacia los accesos y hacia el aparcamiento. Los accesos técnicos se sitúan en los extremos. Al este el acceso a urgencias y al oeste, a través del aparcamiento de personal, al patio de maniobras y entrada del personal. El programa funcional se organiza en dos ámbitos a distinto nivel, quedando una planta intermedia como un espacio transparente de continuidad, donde se encuentran los accesos públicos al hospital y a la parte del área ambulatoria. En la parte este del nivel inferior se organizan las áreas más médicas i con acceso de público, y a medida que se avanza hacia el oeste las áreas se van tecnificando i restringiendo el acceso público, hasta llegar a las zonas de servicios generales, patio de maniobras i salas de instalaciones. En el nivel superior se conforman una serie de barras proyectándose hacia el exterior de la ciudad, enmarcan las vistas sobre el bosque i las montañas cercanas.