El Hospital de Sabadell se amplía en una primera fase con un cuerpo lineal perpendicular a los existentes el que permite una clara relación entre las áreas del Edificio Taulí y las circulaciones técnicas de la nueva construcción, que se potencian con un cuerpo vertical que une todas las plantas. Las circulaciones públicas se organizan en la fachada del parque, definiendo áreas con los dobles accesos. Múltiples patios permiten la iluminación natural mejorada con un ingenioso sistema de espejos. El vestíbulo general del nuevo edificio se conecta con el del edificio existente que conjuntamente con un gran porche crea un gran espacio de acceso relacionado con el parque y la Gran Vía. La sostenibilidad está presente en muchas de las actuaciones, ahorro energético, de agua, materiales, métodos constructivos, etc., y el más aparente es el sistema de lamas domotizadas que permiten regular el sol y la luz natural.